· A partir de ahora todas las semanas se ofrecerán propuestas de arroz, cocido y platos de cuchara en Casa Orellana, con guiños a la cocina del norte y, como siempre, elaborados siguiendo recetas clásicas y con las mejores materias primas.
· Resguardarse del frío para disfrutar de estas reconfortantes opciones es ya una realidad en la sede de Casa Orellana en el barrio de Chamartín.
Con la llegada del invierno, nada apetece más que reconfortarse junto a un buen plato humeante que ayude a combatir el frío que, aunque tarde, finalmente parece que ha venido para quedarse. Conscientes de ello, el local de Casa Orellana en el barrio de Chamartín no ha escatimado en el mejor producto para poder ofrecer a sus vecinos una propuesta única de platos calientes.
A partir de este mes de enero cada semana se podrá disfrutar de una alternativa de cuchara, cocido y arroz, que variará en función del día y que rinde homenaje a la cocina del norte. Así, los lunes arrancarán con un plato de judiones con boletus y chipirones, una opción que destaca por su empleo de materias primas de temporada. Los martes, la carta de Casa Orellana ofrecerá también la posibilidad de degustar un marmitako, el clásico guiso del norte que tiene su origen en las familias de pescadores asturianos, cántabros y vascos. Los miércoles, en cambio, serán más arroceros que nunca con una alternativa de mar y montaña que no tiene parangón y que viene marcada por un arroz con papada ibérica, espárragos trigueros y bacalao al pil pil.
Por otro lado, el cocido madrileño seguirá protagonizando las jornadas de los jueves en Casa Orellana Chamartín, que sirve este clásico de la cocina castiza para el que se cuecen las carnes sin prisa el día anterior. Esto da lugar a un exquisito caldo, que además de incluir deliciosas carnes, cuenta como particularidad con tuétano asado a la brasa. También se le suman las verduras y hortalizas más frescas junto con garbanzos de Segovia, piparras y el ya icónico mollete de “pringá”.
Por último, la nueva propuesta de platos calientes fuera de carta de Casa Orellana pone el broche final a la semana con un exquisito plato de verdinas con almejas, de nuevo un guiño a la tradición culinaria del norte peninsular, donde se suelen servir con marisco, especialmente en lugares como Asturias y Galicia.
Con una propuesta castiza pero actualizada tanto de picoteo como de casa de comidas, Casa Orellana ha ido conquistando al público madrileño hasta convertirse en un lugar de visita obligada en la capital. En definitiva, una cocina casera y tradicional define a este local que ha conquistado los paladares de los madrileños y que rinde homenaje al aperitivo y el tapeo. Su horario ininterrumpido invita a disfrutar a cualquier hora de los platos de su carta de entre horas con su esencia de taberna refinada.