· En un esfuerzo por llevar la autenticidad y el producto fresco de la granja a la ciudad, Cakareo acaba de abrir sus puertas en el número 50 de la madrileña calle de Raimundo Fernández Villaverde.
· El enfoque de su carta gira en torno a técnicas primitivas como la brasa. Gracias a sus asadores especialmente diseñados, sus pollos quedan sellados por fuera, manteniendo de ese modo todos los jugos internos y convirtiéndose en los mejores pollos a la brasa de la capital.
Del verde exuberante de los campos, del feliz cacareo de las gallinas que animan las granjas y de los aromas que desprenden las buenas brasas, nace Cakareo, una nueva propuesta donde prima el amor por el producto y el arte de las brasas, que acaba de abrir sus puertas en la calle de Raimundo Fernández Villaverde, 50.

En un esfuerzo por llevar la autenticidad y el producto fresco de la granja a la ciudad, Cakareo llega como una oda al pollo y a las verduras a la brasa, rescatando la tradición de lo rural y artesanal, y ofreciendo así una alternativa saludable y deliciosa en un ambiente acogedor. El enfoque de su carta gira en torno a la exaltación de la brasa gracias a sus asadores de pollos de la reconocida marca Josper, especialmente diseñados para este proyecto, los cuales logran que cada uno de ellos quede perfectamente sellado por fuera, logrando de ese modo mantener toda la melosidad interna y que se pueda apreciar un delicioso aroma a brasa.

Este concepto, con el apellido “Campo y Brasas”, nace con vocación de convertirse en un lugar de referencia para todos los carnívoros y vegetarianos madrileños, ya que además de su producto estrella cuenta también con una variada carta elaborada con mimo y fidelidad al lema de la casa. Con esa base y partiendo siempre de materia prima de calidad se elaboran entrantes llamados a convertirse en éxito seguro como ensaladilla rusa con ventresca, una original –y jugosa– tortilla de patatas a la brasa al estilo “Coulant”, coca de escalivada con virutas de pollo y pesto, verduras según la temporada (asadas o a la brasa) y un extraordinario salmorejo elaborado con los mejores tomates de la huerta.

Pero, como decíamos, el rey indiscutible de este corral es el pollo asado a la brasa en adobo tradicional, disponible tanto entero como en media porción, y acompañado de cinco salsas caseras para satisfacer todos los gustos: mojo andaluz, romesco, ranchera, chimichurri y mayo mojo rojo. Además, se puede complementar con distintas guarniciones: verduras de temporada al Josper, pimientos de piquillo, boniato, patata asada, berenjena…

A esta deliciosa propuesta se le suman dos hamburguesas muy especiales: la Mediterránea, elaborada con pollo desmenuzado, mahonesa trufada, mostaza, tomate seco, queso ahumado San Simón, mozzarella, piquillo confitado y pan de cristal; y la Cakareo, en honor al nuevo local, elaborada con contramuslo de pollo adobado, bacon, crema de cheddar, cebolla caramelizada, pepinillo, mahonesa picante y mostaza. Por supuesto, tampoco podía faltar el broche final más dulce, con una carta de postres que incluye crema de mascarpone, Nutella y pistacho, piña a la brasa con chantilly y helado de chocolate belga.


Todo ello viene acompañando de un interiorismo, inspirado en los mejores asadores de pollo a la brasa de Portugal, Francia y España, donde priman los materiales naturales como la madera y la vegetación, además de una cálida iluminación que hace la experiencia más hogareña. Preside el local una gran barra donde se puede saborear la propuesta con vistas al Josper. A todo ello se suma su terraza, que se convierte en el punto de encuentro para los amantes de las brasas.

Y por si fuera poco, Cakareo estará disponible en breve en servicio take away y delivery para servir en todos los hogares sus jugosas elaboraciones a la brasa.
