Del 6 de septiembre al 3 de octubre, los chefs José Carlos García y Sergio Solano acercan la tradición y sabores malagueños de su cocina a través de las “Jornadas de la almendra” con cuatro elaboraciones fuera de carta. Esta nueva experiencia se completa con una exclusiva propuesta de maridaje, seleccionada especialmente para la ocasión.
Hay pocos sabores que reflejen tan bien la esencia malagueña como las almendras. Introducidas en la región hace más de 2.000 años por los fenicios, este fruto seco se ha convertido en el más cultivado de la provincia de Málaga e ingrediente indispensable de sus recetas más tradicionales. Para dar la bienvenida a la rentrée y la vuelta a la rutina, Balausta estrena las “Jornadas de la almendra”, un homenaje a uno de los frutos secos con mayor arraigo en la historia y cultura culinaria malagueñas.
Desde el 6 de septiembre hasta el 3 de octubre, se podrán degustar en Balausta exclusivas elaboraciones fuera de carta que tienen a la almendra como protagonista. El chef José Carlos García como asesor gastronómico, junto a Sergio Solano como jefe de cocina, han diseñado cuatro platos para dar vida a estas jornadas: mazamorra de almendras, pasas al Pedro Ximénez y tartar de mango y manzana verde; bacalao al ajoaceite de almendras con guiso de habichuelas y calabaza; pollo picantón con salsa pepitoria; y, como broche final dulce, cuajada de almendras, miel e higos

Para completar estar jornadas, el equipo de Balausta ha elegido especialmente para la ocasión cuatro referencias de vinos nacionales e internacionales, que se presentan como el maridaje perfecto para esta propuesta gastronómica. La selección incluye Fino Fernando de Castilla (Palomino Fino) D.O. Jerez-Xérès-Sherry, Villazo Fabio Coullet (Moscatel) D.O. Sierras de Málaga, La Servil (Monastrell) D.O. Jumilla y, para terminar, Château Laribotte (Semillon & Sauvignon Blanc) A.O.C. Sauternes.

Desde su ubicación privilegiada en el patio interior de un palacio del siglo XVIII en pleno centro de Málaga, Balausta ofrece un espacio en el que se respira la tranquilidad y la calidez propias del proyecto. Antonio Obrador es el estudio encargado de firmar el interiorismo, en el que han marcado una ambientación muy malagueña y hacen uso del ladrillo, muy frecuente en los palacios de la época. Los clásicos zócalos andaluces han sido reinterpretados con rafia para lograr un toque más innovador. En el patio se han recuperado columnas del antiguo edificio, ahora restauradas, que se integran en la decoración junto con réplicas de éstas. Por su parte, las paredes están decoradas con “cordobanes”, piezas típicas de Córdoba confeccionadas con cuero repujado, esmaltes y pan de oro, un auténtico tributo a la cultura y artesanía andaluzas. La modernidad y la creatividad también están presentes en Balausta a través de elementos como el latón cortado al láser o el cristal tratado con ácido para aportar una nota de frescura, que contrasta a la perfección con los elementos constructivos y decorativos tradicionales, una gran obra arquitectónica.