La cocina de Balausta, capitaneada por el chef Sergio Solano junto con José Carlos García como asesor gastronómico, despliega su nueva propuesta de otoño-invierno revelando los mejores sabores estacionales en recetas como el solomillo de cerdo ibérico con gazpachuelo de su jugo y castaña o el potaje de carabineros e hinojos.
Los tonos ocres y anaranjados comienzan a teñir las postales malagueñas mientras que una multitud de matices, sabores y texturas únicas de temporada inundan su banquete otoñal. Balausta, desde su ubicación privilegiada en el patio interior de un palacio del siglo XVIII en pleno corazón de la ciudad, presenta su nueva carta entrelazando, como siempre, los mejores productos de la temporada con la tradición malagueña.


Con esta nueva propuesta, el chef Sergio Solano junto con José Carlos García como asesor gastronómico, rinden homenaje al producto otoñal y regional a través de elaboraciones como el steak tartar de vaca madurada con trufa y brioche tostado; el jamón ibérico de bellota “Dehesa de los Monteros”; o la degustación de quesos de cabra D.O. Málaga, entre otros.
Por su parte, del mar y de la huerta llegan entrantes protagonizados por sabores de la temporada, como la ensalada templada de berenjena cuerno de gacela al Josper con tapenade se sardinas, vinagreta de tomate seco y queso de cabra malagueña; vichysoisse al estragón con vieiras a la brasa y puerro a baja temperatura; potaje de garbanzos con carabineros e hinojos; o parrillada de verduras servidas con una sopa de cebolla, queso de cabra malagueña y majado de pimientos asados con avellanas..

La propuesta continúa con una selección de recetas traídas directamente de la costa, como el lomo de bacalao confitado con pisto andaluz de verduras braseadas y jugo de pimientos asados al sarmiento; tagliatelle al burro con bogavante, hongos, trufa y parmesano; o suprema de salmón al Josper con bilbaína, zanahoria morada de Cuevas Bajas y quinoa crujiente. Por otro lado, para los amantes de la carne, la nueva carta cuenta con platos provenientes de las dehesas, prados y pastos malagueños, entre los que destacan la paletilla de chivo lechal de raza malagueña pura con salsa pastoril y patatitas rustidas al ajillo, que se ha convertido ya en plato icónico de Balausta; solomillo de cerdo ibérico de bellota “Dehesa de los Monteros” con gazpachuelo de su jugo y castaña en dos versiones; o confit de pato con chutney de mango, frutos secos y remolacha asada.

Para su propuesta dulce, Balausta ofrece postres clásicos del recetario andaluz, como el emblemático bienmesabe antequerano; torrija de pan brioche, sopa de almendras tostadas y helado de leche fresca, su particular versión de la receta dulce más tradicional de Semana Santa; flan de queso de cabra Flor Bermeja, caramelo de ron añejo y granada; y, para los más golosos, coulant de chocolate y avellana, sopa de yogurt y chocolate blanco acompañado de sorbete de mango.
Las elaboraciones de Balausta vienen acompañadas de los mejores vinos de la región, con un total de 100 etiquetas, tanto nacionales como internacionales. Esta carta líquida se completa con la coctelería, donde la importancia recae en el sabor y el equilibrio de las creaciones, entre las que se encuentran cócteles tradicionales que conviven con una nueva línea de cócteles, caracterizados por el minimalismo y la simplicidad de su decoración, otorgando así todo el protagonismo a la propia mezcla del producto y a la búsqueda de nuevos sabores. Balausta se convierte así en un punto de encuentro muy especial para disfrutar a cualquier hora del día desde el interior de Palacio Solecio, un espacio en el que se respira la tranquilidad y la calidez propias del proyecto.
