· El restaurante, premiado con una estrella Michelin y dos soles Repsol, incorpora a su carta nuevos platos de temporada donde brinda un protagonismo especial a la caza, con platos como la ensalada de corzo marinado.
· Su propuesta gastronómica se complementa con una bodega con más de 1.400 referencias y con una sofisticada carta de cócteles. Además, cuenta con un carro de destilados con más de 460 referencias entre las que se encuentran botellas únicas.
Saddle, el clásico contemporáneo de la restauración madrileña y enclave de visita obligada para los amantes de la alta gastronomía premiado con una estrella Michelin y dos soles Repsol, introduce en su carta nuevos platos que brindan especial atención a la caza y al producto de temporada. Además, fiel a su filosofía y apoyándose siempre en los pilares que sostienen su propuesta – que gira en torno a la elegancia y a la tradición -, Saddle, de la mano de su chef Adolfo Santos, incorpora en estas nuevas creaciones otros distinguidos productos estacionales como la castaña o la calabaza.
Así, entre sus entrantes se encuentran nuevos platos como la ensalada de corzo marinado con frutos de otoño escabechados y vinagreta Perigourdine; las setas de temporada a la brasa blanqueta de castañas y jabalí ahumado; y el ravioli de calabaza con mantequilla, queso taleggio y salvia. En la sección de pescados también se han incorporado creaciones como el lomo de bacalao confitado, con guiso de caracoles y pilpil de hierbas; y las zamburiñas de cambados, purrusalda tibia y aceite ahumado. En el apartado de carnes, se suman el solomillo de vaca madura, tournedó, brioche y salsa café de París; y las mollejas de ternera a la jardinera, verduras de temporada y salsa de alcaparras y estragón. Por su parte, la carta dulce también suma nuevas incorporaciones como las castañas y especias, un postre sencillo y elegante, para dar la bienvenida a esta temporada.


Todos estos platos de temporalidad extrema se suman a la carta de Saddle para, combinándolos con otras recetas clásicas y míticas del restaurante como su pâté en croûte con verduritas encurtidas, sus callos – que elaboran en homenaje a Jockey -, o su jarrete de ternera, permitir jugar en cada visita creando una experiencia gastronómica a medida.
Otra de las joyas de Saddle es su bodega, que ofrece más de 1.400 referencias seleccionadas. Diseñada por el sumiller Israel Ramírez, la carta líquida del restaurante es un fiel reflejo de la búsqueda incesante de la mejor calidad, el respeto por el entorno y el arraigo por la tradición que abanderan desde Saddle. Además, el restaurante acompaña su propuesta gastronómica con una carta de cócteles diferencial liderado por Gabriel Dávila, con una propuesta que bebe de la coctelería tradicional sin renunciar a los códigos y tendencias actuales.

Asimismo, Saddle cuenta con un carro de destilados en el que se pueden encontrar 460 referencias buscadas minuciosamente con mimo y cariño, algunas de ellas incluso proceden de destilerías extintas, lo que supone que entre ellas se descubran botellas únicas.
Así, a través de su apuesta por la excelencia y los productos de temporada y de su empeño por ofrecer una experiencia redonda, Saddle se reafirma como un lugar clave en el mapa de la alta gastronomía española.