Lentejas estofadas con faisán y foie, verdinas con rape y bogavante, jarrete de ternera con parmentier o bacalao a la brasa con cama de patata y cebolla morada son algunas de las nuevas propuestas que el chef Antonio del Álamo, siempre respetando la temporalidad del producto, ofrece para disfrutar de los meses otoñales.
Se dice del entusiasta de la gastronomía otoñal que venera sobre todas las cosas los platos reconfortantes con sabor hogareño, llenos de matices y contrastes, como los paisajes de la temporada, y que reflejan un gran respeto por los productos que atesoran, tales como la caza o las setas. Como demostración, Casa Felisa ha inaugurado la nueva estación con novedades culinarias que prometen pintar el barrio de las Salesas con los colores del otoño.

Manteniendo la esencia del restaurante, la propuesta parte de un concepto fine neocastizo a través de sabores tradicionales que elevan el recetario madrileño con un giro contemporáneo. El chef Antonio del Álamo, uno de los cocineros más reconocidos de la historia culinaria de Madrid y con un estilo basado en un profundo respeto por la temporalidad del producto, incorpora en esta selección los ingredientes y los mejores sabores acordes a la temporada para rendir su homenaje a esta estación. Para él, la filosofía de Casa Felisa se basa en “agasajar al comensal como si estuviese invitado a una casa fina y elegante dándole una selección de platos cuidados con esmero”.
Con esta premisa, la nueva carta que abraza la llegada del otoño cuida hasta el último detalle y aprovecha los ingredientes propios de la temporada, como la legumbre, para dar lugar a deliciosas elaboraciones de cuchara, como las lentejas con faisán y foie o las verdinas –clasificadas comúnmente como las alubias gourmet– con rape y bogavante. “Las verdinas aúnan todo lo que tiene que tener un guiso: finura, elegancia y gran potencia de sabores”, explica Antonio del Álamo.


Con esta premisa, la nueva carta que abraza la llegada del otoño cuida hasta el último detalle y aprovecha los ingredientes propios de la temporada, como la legumbre, para dar lugar a deliciosas elaboraciones de cuchara, como las lentejas con faisán y foie o las verdinas –clasificadas comúnmente como las alubias gourmet– con rape y bogavante. “Las verdinas aúnan todo lo que tiene que tener un guiso: finura, elegancia y gran potencia de sabores”, explica Antonio del Álamo.
Además, los amantes de las brasas encontrarán recetas como el jarrete de ternera con parmentier o el bacalao en cama de patata y cebolla morada. Y, para los más fanáticos del atún rojo, Casa Felisa cuenta con novedades como el taco de atún con compota de tomate y el tartar de atún con pan brioche. Por su parte, las verduras y hortalizas también ganan protagonismo en esta nueva carta, con elaboraciones como la ensalada fresca de bulgur con tomate cherry asado, crema queso de cabra madrileño y sardina ahumada; ensalada tibia de judías verdes y vieras; o verduras asadas en horno de leña con ensalada de berros, aliño de vinagre de Jerez 25 años, lascas de Idiazábal y piñón tostado.


Durante esta temporada en Casa Felisa, las setas tienen su propio homenaje con platos fuera de carta, entre los que se encuentran un salteado de boletus tradicional con ajo y jamón ibérico de bellota; setas de cardo estofadas con costra de miga de pan y chalota; o menestra de setas asadas en brasas con velo ibérico de bellota. Y, desde el 30 de octubre, las setas convivirán con un culto a la caza para culminar los platos otoñales, con elaboraciones como el arroz meloso con liebre setas y verduras de temporada; gazpacho manchego con caza; y el pastel de perdiz con foie y pistachos con mayonesa de mostaza.
Como broche final, Casa Felisa propone disfrutar de sus grandes clásicos dulces que entrelazan las recetas tradicionales y modernas, como la mítica torrija tibia de pan brioche casero con helado de vainilla; tarta hojaldrada de limón y merengue tostado; mousse de chocolate y naranja; o milhojas de nata con frambuesas.

Para completar la experiencia, la oferta líquida del restaurante presenta una oda a Madrid con cervezas artesanales y vinos madrileños, que se complementan con etiquetas de otras regiones e internacionales, contando en total con más de 140 referencias, entre tintos, blancos, rosados, generosos y espumosos. Asimismo, se otorga mucha relevancia al tradicional aperitivo madrileño, un momento único en el que se podrá degustar una suculenta variedad de vermuts y cócteles inspirados en creaciones clásicas que hacen referencia a momentos históricos de la capital.
A la ubicación ideal de Casa Felisa, le acompaña un interiorismo a la altura de su cocina, obra del estudio Antonio Obrador. La paleta de colores, que gira en torno al rojo, negro y amarillo pastel, se aprecia en las cortinas de terciopelo, el decapado entre las vigas del techo, las paredes enteladas o el interior de las alacenas forrado con cuadros gustavianos. Estas alacenas contienen objetos que representan el día a día de Felisa, personaje ficticio que da vida a la filosofía del restaurante, al igual que las cajas de luz, uno de los puntos clave del espacio, en las que se muestran diferentes ilustraciones en relación con la rutina de Felisa, así como los rincones más icónicos de Madrid.
